viernes, 16 de septiembre de 2011

¿Cambio de 180º?


Supongo que lo que os voy a contar a continuación os habrá pasado a todos y todas en más de una ocasión.

Es como si a veces quisiera dar un vuelco a mi vida,
encauzarla, redirigirla...
Como si no supiéramos si lo que hacemos es lo que realmente queremos hacer
o el estilo de vida que llevamos es el que queremos
o simplemente si nos estamos equivocando.

Momentos en la vida en que te replanteas muchas cosas, porque saltan dudas
¿Y si lo que hago no es realmente lo que quiero hacer?
¿Y si me estoy estancando y estoy perdiéndome mil cosas por vivir?
¿Y si estoy luchando por algo que quiero y cuando por fin lo tengo me doy cuenta de que no es lo que quiero?

Son una serie de dudas, que no son tan fáciles de responder.
Yo se lo que quiero ser y a lo que me quiero dedicar, pero
el otro día un buen amigo mio me dijo: ¿Cómo sabes que te gusta si aún no lo tienes?
Ahí está el dilema...

Las personas nos afanamos por conseguir metas, o cosas que quizás luego no nos llenan...
Habrá personas que acertaran y otras que no...
Habrá personas viviendo en el campo que cada noche pensarán en irse a vivir a Nueva York..
Y seguramente habrá personas que vivirán genial con su trabajo fijo y con una casita cerca de la playa, que quieran viajar y descubrir mundo, pero no lo hacen porque ya tienen lo que querían... el trabajo fijo, y se están perdiendo muchas emociones...

Los años pasan rápidamente para todos y cuando nos damos cuenta ya no podemos vivir todas las cosas que nos gustaría o por lo menos con la misma intensidad....

Nos pasamos los mejores años de nuestra vida trabajando y estudiando para tener un futuro mejor, y cuando por fin lo conseguimos, no tenemos fuerzas ni para subir por las escaleras...

Un buen día vino a mi trabajo un hombre de unos 75 años y me enseñó una lección que me hizo replantearmelo todo...
Ese hombre había estado trabajando muy duro durante toda su vida, para poderse jubilar felizmente y poder hacer los viajes que no podía hacer, incluso se había comprado un apartamento a las orillas de la playa...
Me confesó que toda su vida había sido un error, que con la edad que tenía ahora, no quería coger ni aviones, ni barcos, que cualquier viaje le cansaba mucho...
Que incluso cuando iban al apartamento que se había comprado les costaba subir los escalones, y que cada vez que le decía a su mujer de ir a pasear ahora que tenían tiempo, llegaban los dolores de cadera, de piernas etc...

Me dijo, que por qué estaba trabajando a mi edad... que me fuera a Australia trabajara un año, y me fuera a Canadá y así sucesivamente... que viera mundo.. que cuando llegara a su edad pensaría igual que el...

Son todas estas reflexiones las que me hacen pensar cada noche...

¿Estoy donde quiero estar?
¿Hago lo correcto?
¿Esta es la vida que quiero llevar?
¿Me quiero amarrar a un sitio tan joven?

No hay comentarios:

Publicar un comentario